Nueva York.- Cincuenta y tres iglesias católicas serán
cerradas por falta de feligreses, pero serán fusionadas con otras parroquias que
mantienen una asistencia estable de fieles, anunció la arquidiócesis de Nueva
York.
El informe explica que un total de 113 parroquias alrededor de la ciudad y
algunos suburbios, en las que el flujo de militantes católicos ha bajado
considerablemente en los últimos años, serán fusionadas en 55.
Treinta y una iglesias serán cerradas definitivamente y los
feligreses de las fusionadas, tendrán que moverse a otros templos para poder
seguir asistiendo a las misas, recibir la comunión y participar en otros actos
litúrgicos.
Las iglesias cerradas, reabrirán para celebrar ceremonias
excepcionales y en ocasiones especiales.
En las otras 24, se continuarán realizando las actividades
tradicionales católicas, como misas, sacramentos y funerales.
La medida entrará en vigencia para todas las parroquias
fusionadas a partir del 15 de agosto del 2015.
El cardenal Timothy Dolan, dijo respecto a los cierres que
"no podemos negar la tristeza que embarga a la iglesia católica de Nueva
York".
Las fusiones, añadió el prelado, son parte de un plan para
recortar gastos y reducir el número parroquias que es considerado excesivo por
la arquidiócesis.
"Usamos la palabra fusión a propósito. Nosotros no mentimos y este no es un truco de marketing", agregó el cardenal Dolan.
"Utilizamos la ley de la iglesia, pero cuando se piensa en
ello, creemos que realmente no se puede cerrar una parroquia. Las parroquias no
son los templos ni los edificios, son los fieles, las personas", expresó.
Entre las áreas más afectadas por los cierres están
Manhattan donde se fusionarán 15 iglesias y el condado de Westchester con 12.
Otras 10 serán cerradas en El Bronx y 7 en Staten Island.
Muchos feligreses en distintas iglesias, están criticando la
decisión del cardenal Dolan, y alegan que sus parroquias son sostenibles y
asiste una considerable cantidad de devotos.
El objetivo de la cúpula católica de Nueva York, es el de
unir 14% de las parroquias locales. Un sondeo hecho entre católicos militantes
determinó que la mayoría cree que el cierre no fue muy bien pensando por las
autoridades de la iglesia.
Uno de los fieles, de la iglesia Nuestra Señora de la Paz,
que se identificó sólo como Todd, dijo que lo que la arquidiócesis busca es que
la mayoría de feligreses, se muevan a una sola iglesia, donde la cúpula, quiere
acumular todo el dinero y las ayudas que se le dan a los templos.
"Simplemente, no va a funcionar de esa manera", dijo el
feligrés.
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