Nueva
York.- La cifra de muertes vinculadas a los huracanes que arrasaron Texas y Puerto
Rico en agosto y septiembre, respectivamente, continúan en aumento debido a las
enfermedades que dejaron estos fenómenos atmosféricos.
En
el estado sureño, un hombre de 31 años falleció por una infección causada por
una bacteria que devora la carne humana, mientras en la isla caribeña, dos
personas han perdido la vida por una bacteria que se encuentra en el agua
contaminada, pero podría haber decenas más de afectados.
Josué Zurita era carpintero y estaba arreglando unas
viviendas dañadas por el huracán Harvey en la localidad texana de Galveston
cuando presuntamente contrajo una grave enfermedad conocida como vibriosis.
Zurita acudió al hospital el 10 de octubre y murió seis
días después. El doctor Philip Keiser, del Departamento de Salud del condado de
Galveston, aseguró que Zurita se infectó a través de una herida o corte
expuesto al agua de las inundaciones o los residuos ocasionados por el huracán.
Al menos 80 muertes han sido vinculadas por las autoridades texanas al ciclón,
que tocó tierra el pasado 25 de agosto causando fuertes inundaciones.
En Puerto Rico, el huracán María ha causado más de medio
centenar de muertes tras tocar tierra el 20 de septiembre; casi un tercio de los
habitantes de la isla siguen sin agua.
El
secretario de Asuntos Públicos de Puerto Rico, Ramón Rosario, afirmó este
martes que dos personas habían fallecido por leptospirosis; las autoridades de
la isla están investigando otros 74 casos, vinculados todos al huracán María.
La leptospirosis es una enfermedad que se transmite a
través de la orina de los animales y, fundamentalmente, por el agua
contaminada. Cada año se suelen diagnostican entre 100 y 200 casos en Estados
Unidos (la mitad, en Hawaii), y la tasa de mortalidad oscila entre el 1% y el
5%, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
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